Economía

La agricultura es la base fundamental de la economía gravaleña, orientándose principalmente al cultivo de la vid, el almendro (el 80% del cual tiene la denominación “ecológico”) y el cereal. También se ha comenzado a cultivar el olivar, por lo que su producción es aún escasa, y existe una explotación champiñonera.

Además, y básicamente para el consumo familiar, se cultivan productos de la huerta y árboles frutales como cerezos, manzanos, higueras y otros.

La ganadería empieza a tener cierta relevancia, existiendo el pastoreo de ganado lanar y cabrío, y granjas de conejos y otros.

En la industria se cuenta con taller de carpintería, taller metalúrgico, cantera de grava y empresas de construcción y excavación.

Además dispone de dos bodegas comerciales:

Las Bodegas BEA (Benito Escudero Abad) fueron fundadas en 1852. Son las más antiguas de Grávalos. Sus actuales gestores son la cuarta generación y producen unos excelentes vinos como el Heredad Bienzobal, el Solar de Bequer (crianza, reserva y gran reserva) y el muy especial Valsacro.

También dispone del primer cava que se elaboró en La Rioja, el Brut Nature. Tiene otras bodegas en Pradejón.

Bodegas Zorruque es de mas reciente creación (1998). Sus vinos Caralus prometen alcanzar un nivel de calidad, acorde con las ilusiones puestas en juego.

La Caza, tanto mayor (Corzo, ciervo, jabalí) como menor (Codorniz, perdíz, liebre), puede practicarse en el Monte de Grávalos, Maquíz, La Dehesa. Contamos con un coto deportivo y con la Sociedad de Cazadores Gravalense.

Finalmente el Turismo es una esperanza. Grávalos tiene una fuente de aguas sulfurorosas, muy apropiadas para las afecciones de piel, que está en funcionamiento al menos desde el siglo XVI. Como balneario funcionó al menos desde 1843.

En Grávalos se encuentra uno de los Balnearios más moderno del país. Entre sus instalaciones destaca el Circuito Romano Irlandés, con increibles vistas al jardín de los olivos. Este Balneario, cuyas aguas eran ya conocidas por los  antiguos romanos, cuenta con un moderno hotel de 4**** rodeado de jardines y un restaurante que destaca por su cuidada propuesta gastronómica. En su entorno podrás disfrutar de experiencias que te conectarán con la naturaleza, la cultura y tradiciones.

Esta oferta se se completa con el desarrollo de los alicientes turísticos que el pueblo ya posee:

Un barrio con 128 bodegas particulares excavadas, donde cada vecino elabora (o elaboraba su propio vino.

Una ruta con huellas de dinosaurios, nevera medieval, iglesia parroquial, … y un entorno que a los pies de Peña Isasa y Yerga ofrece la posibilidad de pasear y disfrutar de un campo que es particularmente hermoso contemplar desde el Mirador de Peña Herrera, cuando a finales de Febrero rompen los almendros en flor, convirtiendo el paisaje en un mar blanco lleno de fragancias sugerentes.